La huella en la generación de formas (1)
22:07
Desde la escuela reconocemos las formas geométricas convexas. Así como no nos detenemos a ver la forma del espacio entre las configuraciones, tampoco pensamos en la huella que éstas dejarían sobre otras. Las operaciones de sustracción en las intersecciones habilitan esta mirada, de la misma forma desde otro lugar. Donde el adentro se desdibuja ya que pasa a ser parte de otro afuera. Sin importar el uso, ni la escala ni el material, todos los objetos seleccionados hacen de la sustracción una parte importante del proyecto.
Durante mucho tiempo se habló de la “buena forma”, aquella que sigue
los postulados de la Gestalt. Tiempo después, distintos estudiosos incluyeron al
contexto y a las variables culturales en estas consideraciones y abrieron otras
posibilidades para las formas menos regulares, menos coherentes, más
desordenadas o transgresoras. En este sentido Roman Gubern marca una
interesante diferencia entre “belleza natural” y “belleza cultural” para
referirse a estas particularidades.
Podrían llegar a considerarse un poco monstruosas estas formas complejas, de combinación, que no son puras. Raúl Dorra (2000) plantea que “El monstruo suele definirse en relación con una norma que resulta violada; es una deformación o un desvío del orden natural o del orden divino; es una desmesura o una carencia que violenta la armonía de los seres”. Lo monstruoso muchas veces se caracteriza por la hibridez. Muestra de esto es que los conquistadores, ante la necesidad de dar cuenta de seres desconocidos en América, apelaron a la fusión de los nombres de dos o más seres conocidos o de sus características. Por ejemplo, Fernández de Oviedo, al intentar explicar un animal desconocido lo describía así: “El manatí, vaca marina o pez mujer, a veces confundido con las sirenas…”[1]. La posibilidad de crear seres imaginarios combinando partes de otros dio lugar a juegos para inventar animales acoplando sus partes y sus nombres, como un cadáver exquisito, siendo una publicación de particular interés el Animalario Universal del Profesor Revillod.
En la cátedra, hace un tiempo que exploramos las posibilidades de diseñar a partir de intersecciones. Dos o más formas, de diversos atributos, se combinan para formar otra, con identidad propia, pero con la marca, la remanencia y las características de aquellas que las originaron. Los componentes necesariamente tienen que desdibujarse para que el nuevo proyecto sea más que un rejunte irreflexivo. Es muy interesante el proceso de vinculación de estructuras diferentes, de llegar a formas en las que se pueden reconocer rasgos irreconciliables, como lo curvo y lo recto, lo cóncavo y lo convexo, lo continuo y lo anguloso. Es un juego sutil, de proporciones, de posicionamientos que abre posibilidades a formas inéditas en el diseño.
A modo de anticipo de lo que vendrá, compartimos un par de imágenes que
dan cuenta de esto.
NOTA
1. Cita de Alberto Salas en Para un bestiario de Indias, 1968, Losada:
Buenos Aires
Referencias:
Dorra, Raúl (2000) ¿Para qué los monstruos? Capítulo 3 del libro Monstruos,
de Accame, Santamaría y otros,
Co-edición de la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia de
Jujuy y la Universidad Nacional de Jujuy: S.S. de Jujuy
Fernández de Oviedo, Gonzalo - Historia general y natural de las
Indias, islas y tierra-firme del mar océano; publicada por la Real Academia de
la Historia; Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2011, http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmcsb4c5
Murrugarren, Miguel (2003) Animalario
Universal del Profesor Revillod, Fondo de Cultura Económica
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